on time

writing keeps ideas in space

speech lets them travel in time

we use paintings to decorate space

music to decorate time

and movies to capture spacetime


«algún día recordaremos, recordaremos», se decía con la seguridad de que el origen de la fiesta, como todos los gestos del hombre, existía intacto en el tiempo y que bastaba un esfuerzo, un querer ver, para leer en el tiempo la historia del tiempo.

on time

note mentions

  • amor en los tiempos del cólera

    amor-colera

    Gabriel García Márquez, 1985
    Feb 11, 2021 → March 16, 2021

    • Poco a poco, mientras yacía con los ojos cerrados después de la siesta diaria, había ido sintiéndolas dentro, una a una, sintiendo hasta la forma de su corazón insomne, su hígado misterioso, su páncreas hermético, y había ido descubriendo que hasta las personas más viejas eran menores que él, y que había terminado por ser el único sobreviviente de los legendarios retratos de grupo de su generación.
    • Exaltada por esa certidumbre, asumió entonces el mando de su albedrío.
    • taciturno y escuálido.
    • estaban acostumbrados a compartir sus insomnios de jóvenes, y tenían mucho menos que perder en sus insomnios de viejos.
    • Así era: desde que se levantaba a las seis de la mañana, hasta que apagaba la luz del dormitorio, se consagraba a la pérdida del tiempo.
    • palabra prohibida: antes.
    • y reconoció de inmediato en el sobre mojado la caligrafía imperiosa que tantos cambios de la vida no habían logrado cambiar

    mex-escritores

    Ián Restrepo, Elena Poniatowska, Miguel Ángel Granados Chapa, Benjamin Wong Castañeda y León García Soler,
    Margo Su, Héctor Aguilar Camín, Carlos Monsiváis y Gabriel García Márquez (1987)

    amor en los tiempos del colera

    • Así era: desde que se levantaba a las seis de la mañana, hasta que apagaba la luz del dormitorio, se consagraba a la pérdida del tiempo.
  • desierto sonoro

    desierto-sonoro

    Valeria Luiselli, 2019
    Feb 19, 2022 → March 29, 2022

    • ¿Quién mejorará mi suerte? La muerte. Y el bien de amor, ¿quién le alcanza? Mudanza. Y sus males, ¿quién los cura? Locura. De ese modo, no es cordura querer curar la pasión, cuando los remedios son muerte, mudanza y locura.
    • cientos de niños que llegan solos cada día, miles cada semana. Los reporteros lo llaman una crisis migratoria. Un flujo masivo de niños, lo llaman. Son indocumentados, son ilegales, son aliens, dicen algunos. Son refugiados, con derecho legal a recibir protección, argumentan otros. Esta ley dice que deben ser protegidos; esta otra enmienda dice que no. El congreso está dividido, la opinión pública está dividida, la prensa lucra con la polémica resultante, las ONG trabajan horas extras. Todos tienen una opinión al respecto; nadie se pone de acuerdo sobre nada.
    • Sabes que, muy pronto, el concepto que recién aprehendiste y el rapto que produjo se van a esfumar. Surge entonces una necesidad de poseer esa extraña y efímera luminiscencia, de aferrarse a esa emoción. Así que relees, subrayas, y quizás incluso memorizas y transcribes las palabras en algún sitio-un cuaderno, una servilleta, en tu mano-.
    • Había pasado el tiempo y las marcas que hacíamos en la pared del pasillo del departamento para llevar registro de la altura de nuestros hijos ya contaban de pronto una historia vertical.
    • Gerónimo fue el último hombre de toda América en rendirse a los ojosblancos. Era de mexico, pero odiaba a los mexicanos, a quienes los apaches llamaban nakaiye, «los que vienen y van».
    • Las conversaciones, en una familia, se vuelven arqueología lingüística; erigen el mundo que compartimos, lo superponen en palimpsestos, le dan sentido a nuestro presente y nuestro futuro. La pregunta es: en el futuro, cuando rebusquemos en nuestro archivo íntimo y escuchemos de nuevo la cinta de las conversaciones familiares, ¿alcanzarán a componer una historia? ¿Un paisaje sonoro? ¿O encontraremos tan sólo cascajo, ruido, ruinas de lo que fuimos?
    • ¿Son todos así? ¿Qué quieres decir? Los libros franceses que lees, ¿son todos así? ¿Así cómo? Como ése, blanco y chiquito, sin imágenes en la portada.
    • «El cielo, visto en la ciudad, es negativo; donde no están los edificios».
    • Su hermana camina hasta él y, con una mezcla de esperanza y prudencia, le pregunta si quiere jugar con ella un rato. Necesita que su hermano le confirme que siguen compartiendo un mundo, que siguen juntos en este mundo.
    • Los comienzos, los desarrollos y finales son sólo una cuestión de perspectiva. Si nos vemos forzados a elaborar una historia en retrospectiva, la narración se articula selectivamente en torno a los elementos que parecen relevantes, saltándose todos los demás.
    • Un índice, no tanto de las cosas fotografiadas, sino más bien del instante en el que el niño aprendió a fotografiarlas.
    • Yo era siempre el traductor entre tú y ellos, o entre ellos y nosotros.
    • O quizás estábamos obedeciendo al impulso de permitir que aquel momento, que parecía el comienzo de algo, dejara una huella.
    • Es difícil explicar por qué dos completos desconocidos deciden, de repente, compartir un retrato sin retoques de sus respectivas vidas. Pero, al mismo tiempo, tal vez es fácil de explicar, porque dos personas solas en un bar a las dos de la mañana necesitan, muy probablemente, contarse una versión sincera de sí mismos antes de volver adonde sea que pasarán la noche. Hay una compatibilidad de nuestras soledades, y una absoluta incompatibilidad de nuestras situaciones, y un cigarrillo compartido afuera del bar.
    • Algunas noches nos poníamos a estudiar el mapa inmenso entre los cuatro, decidiendo las rutas que seguiríamos, ignorando con cierto éxito el hecho de que esas rutas desembocaban, tal vez, en algún momento, en nuestra disolución como familia.
    • Empezamos a titubear al hablar de cualquier cosa, incluso de las cosas más triviales; empezamos a hablar como si anduviéramos de puntitas con el lenguaje, cuidadosos hasta la paranoia de no resbalarnos.
    • y el cadáver de esa historia se había quedado atorado en alguna parte de mi cerebro y regresaba una y otra vez a mí, porque las historias a veces hacen eso, se quedan en tu cabeza y aparecen en el mundo cuando menos te lo esperas,
    • Me pareció una buena pregunta, tal vez involuntariamente venenosa.
    • En las terrazas de los cafés vemos jóvenes pálidos con barbas largas, y mujeres con el pelo suelto y pecas en el escote. Los vemos beber cerveza en frascos de mermelada, fumar tabaco de liar, fruncir el ceño con aire filosófico. Todos parecen actores de una película de Éric Rohmer, que fingen que es perfectamente normal-a pesar de ser demasiado jóvenes y demasiado bellos-participar en una discusión profunda sobre cosas como la mortalidad, el ateísmo, las matemáticas y tal vez Blaise Pascal.
    • le informa el niño desde la altura de su superioridad de persona que ya tiene diez años.
    • De algún modo, está intentando captar su presencia pasada en el mundo, y hacerla audible a pesar de su ausencia actual. Y lo hace recolectando cualquier eco de ellos que todavía reverbere.
    • Los adultos posan para la eternidad; los niños, para el instante.
    • al menos nuestros pechos estaban ahí, y nuestros pulmones respiraban mejor por fin, llenaban nuestros cuerpos de un aire mejor, nuestras mentes con mejores ideas, nuestras ideas con mejores palabras, palabras que por fin pronunciaste en voz alta,
    • Así que, en vez de eso, decidí grabarte todo. Además, escribir es más lento y leer es más lento, pero al mismo tiempo escuchar es más lento que ver, lo cual es una contradicción que no tiene explicación.
    • Necesitaba admitir mi parte de la culpa: aunque no fui yo la que encendió el cerillo que comenzó el incendio, durante meses fui apilando la hojarasca que ahora arde.
    • Pero quedó embarazada, la vida se fue complicando y los años pasaron a toda prisa.
    • Nunca está del todo claro qué convierte un espacio en un hogar, o un proyecto de vida en una vida. Pero un día, nuestros libros ya no cupieron en los estantes, y la gran estancia vacía de nuestro departamento se había convertido en nuestra sala. Ahora era el lugar donde veíamos películas, leíamos libros y armábamos rompecabezas, el espacio donde echábamos la siesta y ayudábamos a los niños con la tarea. Más tarde fue el lugar donde recibíamos a nuestros amigos, y donde sosteníamos largas conversaciones una vez que los amigos se habían marchado; era el lugar donde cogíamos, donde nos decíamos cosas hermosas y cosas horribles, y el lugar que barríamos y ordenábamos en silencio antes de irnos a la cama.
    • Nadie ha logrado captar realmente lo que sucede ni por qué. Tal vez es sólo que sentimos la ausencia de futuro, porque el presente se ha vuelto demasiado abrumador y por tanto se nos ha hecho imposible imaginar un futuro. Y sin futuro, el tiempo se percibe nada más como una acumulación. Una acumulación de meses, días, desastres naturales, series de televisión, atentados terroristas, divorcios, migraciones masivas, cumpleaños, fotografías, amaneceres. No hemos entendido la forma exacta en la que ahora se experimenta el tiempo.
    • Pero creo que, al final, fue imposible para ellos. No porque no se quisieran, sino porque sus planes eran demasiado distintos. Uno era documentólogo y la otra documentalista, y ninguno de los dos quería renunciar a lo que era, y al final eso es algo bueno, me dijo una noche mamá, y dijo que algún día lo entenderemos mejor.
    • Quizás la frustración del niño al no saber qué fotografiar, o cómo encuadrar y enfocar las cosas que observa desde el coche, sea un signo de cómo nuestras maneras de documentar el mundo resultan insuficientes. Tal vez si encontramos una nueva manera de documentarlo empezaremos a entender esta nueva forma de experimentar el tiempo y el espacio. Las novelas y las películas no logran captarlo del todo; tampoco el periodismo; la fotografía, la danza, la pintura y el teatro no lo captan; la biología molecular y la física cuántica tampoco, desde luego.
    • Y hasta que encontremos una forma de documentarlos, no los entenderemos. Le digo al niño: Sólo tienes que encontrar tu propia forma de entender el espacio, para que el resto de nosotros nos sintamos menos perdidos en el tiempo.
    • Y, cuando nos olvidábamos del tiempo, el tiempo pasaba mucho más rápido, y además nos sentíamos más felices, aunque esto no se puede explicar.

    desierto sonoro

    • Había pasado el tiempo y las marcas que hacíamos en la pared del pasillo del departamento para llevar registro de la altura de nuestros hijos ya contaban de pronto una historia vertical.
    • Nadie ha logrado captar realmente lo que sucede ni por qué. Tal vez es sólo que sentimos la ausencia de futuro, porque el presente se ha vuelto demasiado abrumador y por tanto se nos ha hecho imposible imaginar un futuro. Y sin futuro, el tiempo se percibe nada más como una acumulación. Una acumulación de meses, días, desastres naturales, series de televisión, atentados terroristas, divorcios, migraciones masivas, cumpleaños, fotografías, amaneceres. No hemos entendido la forma exacta en la que ahora se experimenta el tiempo.
    • Quizás la frustración del niño al no saber qué fotografiar, o cómo encuadrar y enfocar las cosas que observa desde el coche, sea un signo de cómo nuestras maneras de documentar el mundo resultan insuficientes. Tal vez si encontramos una nueva manera de documentarlo empezaremos a entender esta nueva forma de experimentar el tiempo y el espacio. Las novelas y las películas no logran captarlo del todo; tampoco el periodismo; la fotografía, la danza, la pintura y el teatro no lo captan; la biología molecular y la física cuántica tampoco, desde luego.
    • Y, cuando nos olvidábamos del tiempo, el tiempo pasaba mucho más rápido, y además nos sentíamos más felices, aunque esto no se puede explicar.
  • homo deus

    future-paris

    Yuval Noah Harari, 2016
    Feb 20, 2020 → Jun 20, 2020

    History is often shaped by small groups of forward-looking innovators rather than by the backward-looking masses.

    • what happens to marriage after life expectancy reaches 150?
    • Premodern games (chess) assumed a stagnant economy → you never finish a game with more than you started, no thinking about investment. Modern board/computer games revolve around growth.
    • "Enshrined in celluloid, prose or poetry, the feelings of the ordinary grunt have become the ultimate authority on war, which everyone has learned to respect."

    history

    • Famine+malnutrition cause ≈ 1m deaths, Obesity = 3m.
    • Material-based Economy → Knowledge-based Economy.
      • Profitability of war declined and became restricted to parts of the world where economies are still material-based.
    • mexico population in 1520: 22m, in 1580 <2m
    • 10,000yrs ago, when most people were hunter-gatherers, the future belonged to a few farming pioneers in the Middle East.
      • In 1850, >90% of humans were peasants peasants unaware of the Industrial Revolution being shaped by a handful of engineers, politicians and financiers in Manchester and Birmingham.
      • Steam engines, railroads and telegraphs transformed the production of food, textiles, vehicles and weapons. Industrial powers got a decisive edge over traditional agricultural societies.

    sapiens

    • How is it, then, that when billions of electric signals move around in my brain, a mind emerges that feels ‘I am furious!’? As of 2016, we have absolutely no idea.
      • Consciousness may be a kind of mental pollution produced by the firing of complex neural networks.
      • It doesn’t do anything. It is just there.
      • If this is true, it implies that all the pain and pleasure experienced by billions of creatures for millions of years is just mental pollution.
    • Evolution theory says all animal choices (food, mates) reflect their genetic code, but if an animal chooses freely, natural selection has nowhere to go.
    • If I am indeed the master of my thoughts/decisions, can I decide not to think about anything for the next 60s?
    • Sapiens can cooperate in very flexible ways with countless numbers of strangers. This concrete capability explains our mastery of planet Earth. (>soul, consciousness)

    sapiens+computers

    • immense advance in computing power over the last decades, but zero advance in computer consciousness.
    • Intelligence was linked with consciousness until recently and debating their relative value was just a pastime for philosophers, but this is now becoming an urgent political and economic issue.
    • This trend is fueled more by biologists than engineers.
      • Once they concluded organisms==algorithms, they wall of organic/inorganic fell and authority shifted from individual humans to networked algorithms.
    • Non-conscious algorithms are now beating human consciousness at tasks like chess, driving, or diagnosing diseases, which are based on pattern recognition.
    • A sobering first answer (for armies and corporations): intelligence is mandatory, consciousness is optional.
    • intelligence is decoupling from consciousness and non-conscious intelligence is developing at breakneck speed ∴ humans must actively upgrade their minds if they want to stay in the game.
    • Cognitive revolution transformed the mind of an ape into the ruler of the world (sapiens) by giving access to the intersubjective realm (allowed for gods, corporations, cities, empires, writing, money, split the atom and reach the moon.) Second cognitive revolution?
    • Dramatic improvements in conditions translate into greater expectations rather than greater contentment.
    • Relatively small changes in genes, hormones and neurons were enough to transform Homo Erectus –who could produce nothing more impressive than flint knives– into Homo Sapiens, who produces spaceships and the computer. What’s next?
    • Homo sapiens is likely to upgrade itself step by step, merging with the computer until our descendants will look back and realize that they are no longer the kind of animal that wrote the Bible...
    • Once technology enables us to re-engineer human minds, Homo sapiens will disappear.

    progress

    • technology, biotechnology and algorithms > steam, telegraphy
    • main products will not be food/textiles/vehicles/weapons but bodies/brains/minds.
    • bigger gap than Dickens' Britain and Mahdi's Sudan, Sapiens and Neanderthals.
    • The electromagnetic spectrum in its entirety is about 10 trillion times larger than that of human-visible light. Might the mental spectrum be equally vast?

    philo

    • "So even while saying that I believe in God, the truth is I have a much stronger belief in my own inner voice." –Nietzsche
    • Humankind explored Liberalism in the 20th Century, gaining antibiotics, nuclear energy, computer, feminism, de-colonialism and free sex.
    • Liberalism has adopted ideas and institutions from socialism and fascism, notably providing the public with education, health and welfare. It still considers individual liberties > all and has a firm belief in the voter and consumer.
    • 2 practical threats: humans will lose their individual value AND authority completely, managed by external algorithms. The system will know you better and make choices for you, and you will be happy. It's not necessarily bad, but post-liberal world.

    religion

    Most people are happy to acknowledge that ancient Greek gods exist only in the imagination. Yet we don’t want to accept that our God, our nation or our values are mere fictions, because these are the things that give meaning to our lives.

    • ∴ We want to believe that our lives have some objective meaning, and that our sacrifices matter to something beyond the stories in our head.
    • Yet in truth the lives of most people have meaning only within the network of stories they tell one another.

    Catholic Church was responsible for important economic/technological innovations

    • Established medical Eurpoe's administrative system and pioneered the use of archives, catalogues, timetables and techniques of data processing. Vatican was the closest thing to SV in 12th C. Europe.
    • Established Europe's first economic corporations: monasteries, which introduced advanced agricultural/administrative methods and clocks. Helped found many of Europe's first universities (Bologna, Oxford, Salamanca). (→ tiempo)
    • Catholicism and other theist religions have turned from a creative to a reactive force, agonizing instead of pioneering novel technologies: Contraceptive pill, Internet, Feminism.

    In the 18th century, humanism sidelined God by shifting from a deo-centric to a homo-centric world view. In the 21st century, Dataism may sideline humans by shifting from a homo-centric to a data-centric world view (idea that 'organisms are algorithms').

    • All truly important revolutions are practical: The humanist idea that ‘humans invented God’ was significant because it had far-reaching practical implications.
    • Ideas change the world only when they change our behaviour.
    • The shift from a homo-centric to a data-centric world view is practical and significant due to its day-to-day practical consequences.

    science needs religious assistance to create viable human institutions: it describes facts but lacks ethical guidance.

    homo deus

    • Established Europe's first economic corporations: monasteries, which introduced advanced agricultural/administrative methods and clocks. Helped found many of Europe's first universities (Bologna, Oxford, Salamanca). (→ tiempo)
  • laberinto de la soledad

    Image

    Octavio Paz, 1950
    Aug 10, 2022 → Aug 22, 2020

    sobre el tiempo

    • Nuestra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de las fiestas populares. Los países ricos tienen pocas: no hay tiempo, ni humor. Y no son necesarias; las gentes tienen otras cosas que hacer y cuando se divierten lo hacen en grupos pequeños. [...] Las fiestas son nuestro único lujo; ellas sustituyen, acaso con ventaja, al teatro y a las vacaciones, al «week end» y al «cocktail party» de los sajones, a las recepciones de la burguesía y al café de los mediterráneos.
    • Se corre el riesgo de no comprender el sentido que tenían esos signos y profecías para los indios si se olvida su concepción cíclica del tiempo. Según ocurre con muchos otros pueblos y civilizaciones, para los aztecas el tiempo no era una medida abstracta y vacía de contenido, sino algo concreto, una fuerza, sustancia o fluido que se gasta y consume. De ahí la necesidad de los ritos y sacrificios destinados a revigorizar el año o el siglo. Pero el tiempo—o más exactamente: los tiempos—además de constituir algo vivo que nace, crece, decae, renace, eran una sucesión que regresa. Un tiempo se acaba; otro vuelve. La llegada de los españoles fue interpretada por Moctezuma—al menos al principio—no tanto como un peligro «exterior» sino como el acabamiento interno de una era cósmica y el principio de otra. Los dioses se van porque su tiempo se ha acabado; pero regresa otro tiempo y con él otros dioses, otra era.
    • El hombre, desprendido de esa eternidad en la que todos los tiempos son uno, ha caído en el tiempo cronométrico y se ha convertido en prisionero del reloj, del calendario y de la sucesión. Pues apenas el tiempo se divide en ayer, hoy y mañana, en horas, minutos y segundos, el hombre cesa de ser uno con el tiempo, cesa de coincidir con el fluir de la realidad. Cuando digo «en este instante», ya pasó el instante. La medición espacial del tiempo separa al hombre de la realidad, que es un continuo presente, y hace fantasmas a todas las presencias en que la realidad se manifiesta, como enseña Bergson.
    • Sin duda la concepción del tiempo como presente fijo y actualidad pura, es más antigua que la del tiempo cronométrico, que no es una aprehensión inmediata del fluir de la realidad, sino una racionalización del transcurrir.
    • Gracias a la participación, ese tiempo mítico, original, padre de todos los tiempos que enmascaran a la realidad, coincide con nuestro tiempo interior, subjetivo. El hombre, prisionero de la sucesión, rompe su invisible cárcel de tiempo y accede al tiempo vivo: la subjetividad se identifica al fin con el tiempo exterior, porque éste ha dejado de ser medición espacial y se ha convertido en manantial, en presente puro, que se recrea sin cesar. Por obra del Mito y de la Fiesta—secular o religiosa—el hombre rompe su soledad y vuelve a ser uno con la creación. Y así, el Mito—disfrazado, oculto, escondido—reaparece en casi todos los actos de nuestra vida e interviene decisivamente en nuestra Historia: nos abre las puertas de la comunión.

    El hombre moderno tiene la pretensión de pensar despierto. Pero este despierto pensamiento nos ha llevado por los corredores de una sinuosa pesadilla, en donde los espejos de la razón multiplican las cámaras de tortura. Al salir, acaso, descubriremos que habíamos soñado con los ojos abiertos y que los sueños de la razón son atroces. Quizá, entonces, empezaremos a soñar otra vez con los ojos cerrados.

    sobre mexico

    • No somos francos, pero nuestra sinceridad puede llegar a extremos que horrorizarían a un europeo. La manera explosiva y dramática, a veces suicida, con que nos desnudamos y entregamos, inermes casi, revela que algo nos asfixia y cohibe. Algo nos impide ser. Y porque no nos atrevemos o no podemos enfrentarnos con nuestro ser, recurrimos a la Fiesta. Ella nos lanza al vacío, embriaguez que se quema a sí misma, disparo en el aire, fuego de artificio.
    • Hemos pensado muy poco por cuenta propia; todo o casi todo lo hemos visto y aprehendido en Europa y los Estados Unidos. Las grandes palabras que dieron nacimiento a nuestros pueblos tienen ahora un valor equívoco y ya nadie sabe exactamente qué quieren decir: Franco es demócrata y forma parte del «mundo libre». La palabra comunismo designa a Stalin; socialismo quiere decir una reunión de señores defensores del orden colonial. Todo parece una gigantesca equivocación. Todo ha pasado como no debería haber pasado, decimos para consolarnos. Pero somos nosotros los equivocados, no la historia. Tenemos que aprender a mirar cara a cara la realidad. Inventar, si es preciso, palabras nuevas e ideas nuevas para estas nuevas y extrañas realidades que nos han salido al paso. Pensar es el primer deber de la «inteligencia». Y en ciertos casos, el único. Mientras tanto ¿qué hacer? No hay recetas ya. Pero hay un punto de partida válido: nuestros problemas son nuestros y constituyen nuestra responsabilidad; sin embargo, son también los de todos. La situación de los latinoamericanos es la de la mayoría de los pueblos de la periferia.
    • En suma, aunque empezamos a contar con una industria, todavía somo, esencialmente, un país productor de materias primas. Y esto significa: dependencia de las oscilaciones del mercado mundial, en lo exterior; y en lo interior: pobreza, diferencias atroces entre la vida de los ricos y los desposeídos, desequilibrio.
    • Nueva España, en tanto que creación universal, en tanto que orden vivo y no máscara del orden, se extingue cuando deja de alimentarla una fe. Sor Juana, incapaz de resolver en una forma creadora y orgánica el conflicto entre su curiosidad intelectual y los principios religiosos de la época, renuncia y muere, ejemplarmente. Con menos ejemplaridad la sociedad colonial se arrastra por un siglo todavía, defendiéndose con estéril tenacidad.

    La Chingada es la Madre abierta, violada o burlada por la fuerza. El «hijo de la Chingada» es el engendro de la violación, del rapto o de la burla. Si se compara esta expresión con la española, «hijo de puta», se advierte inmediatamente la diferencia. Para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el mexicano, en ser fruto de una violación.

    • Es un verbo agresivo, como puede verse por todas estas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar. En mexico los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos.
    • Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito.
    • chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador;
    • en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café*;
    • en todo México se llama chínguere—o, significativamente, piquete—al alcohol;
    • en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna;
    • en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse;
    • y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
    • Chingar también implica la idea de fracaso.
    • En Chile y Argentina se chinga un petardo, «cuando no revienta, se frustra o sale fallido».
    • Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan.
    • En Colombia, chingarse es llevarse un chasco.
    • En el Plata un vestido desgarrado en un vestido chingado.
    • En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar.
    • Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar.
    • Es un verbo agresivo, como puede verse por todas estas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
    • Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión—en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar—se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar—cuerpos, almas, objetos—, destruir.
    • Cuando algo se rompe, decimos: «se chingó». Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: «hizo una chingadera». La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónimo del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta. Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad, pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra.

    Porfirio Díaz

    • El poder será de quien se atreva a alargar la mano. Y Porfirio Díaz se atreve. Era el más brillante de los generales que la derrota del Imperio había dejado ociosos, por primera vez después de tres cuartos de siglo de batalla y pronunciamientos. El «soldado del 2 de abril» se convierte en «el héroe de la paz». Suprime la anarquía, pero sacrifica la libertad. Reconcilia a los mexicanos, pero restaura los privilegios. Organiza el país, pero prolonga un feudalismo anacrónico e impío, que nada suavizaba (las Leyes de Indias contenían preceptos que protegían a los indios). Estimula el comercio, construye ferrocarriles, limpia de deudas la Hacienda Pública y crea las primeras industrias modernas, pero abre las puertas al capitalismo angloamericano. En esos años México inicia su vida de país semicolonial.
    • Idéales de la burguesia europea: cree en El Progreso, ciencia, milagros de la industria y libre comercio.
    • Intellectuals descubren a Comte, Renan, Spencer y Darwin.
    • Aristocracies Mexicans: Clase Urbana y civilizada
    • Campesinos viven vida de siervos, similar a la del periodo colonial.
    • Porfirismo se ostenta como sucesor emitido del liberalismo, heredero del feudalismo colonial (tierras concentradas en unas cuantas manos y clase terrrateniente fuerte)
    • No se puede producir nada mas que la rebelión.
    • El gobierno de Díaz no era nada más un gobierno de privilegiados, sino de viejos que no se resignaban a ceder el poder. La inconformidad de los jóvenes se expresaba por un ansia de ver alguna vez realizados los principios del liberalismo.

    Post-?

    • Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña inauguran un nuevo capítulo de las ideas en México a través del Ministro de Instrucción Publica. Critican al positivismo y lo llevan a su final. Su inquietud intelectual coincide con la búsqueda del pais a si mismo.
    • La Revolución tiene antecedentes, causas y motivos; carece, en un sentido profundo, de precursores. La Independencia no es solamente fruto de diversas circunstancias históricas, sino de un movimiento intelectual universal, que en mexico se inicia en el siglo XVIII. La Reforma es el resultado de la obra y de la ideología de varias generaciones intelectuales, que la preparan, predicen y realizan. Es la obra de la «inteligencia» mexicana. La Revolución se presenta al principio como una exigencia de verdad y limpieza en los métodos democráticos, según puede verse en el Plan de San Luis (5 de octubre de 1910).
    • Toda revolución desemboca en la adoración a los jefes; Carranza, el Primer Jefe, el primero de los Césares revolucionarios, profetiza el «culto a la personalidad», eufemismo con que se designa la moderna idolatría política. (Ese culto, continuado por Obregón y Calles, aún rige nuestra vida política, aunque limitado por la prohibición de reelegir a los presidentes y otros funcionarios). fft
    • Si se compara a los protagonistas de la Reforma con los de la Revolución se advierte, amén de la claridad de ideas de los primeros y de la confusión de los segundos, que la eminencia de los liberales no los redime de cierta sequedad, que los ha hecho figuras respetables, pero oficiales, héroes de Oficina Pública, en tanto que la brutalidad y zafiedad de muchos de los caudillos revolucionarios no les ha impedido convertirse en mitos populares. Villa cabalga todavía en el norte, en canciones y corridos; Zapata muere en cada feria popular; Madero se asoma a los balcones agitando la bandera nacional; Carranza y Obregón viajan aún en aquellos trenes revolucionarios, en un ir y venir por todo el país, alborotando los gallineros femeninos y arrancando a los jóvenes de la casa paterna. Todos los siguen: ¿a dónde? Nadie lo sabe. Es la Revolución, la palabra mágica, la palabra que va a cambiarlo todo y que nos va a dar una alegría inmensa y una muerte rápida. mexico
    • Al mismo tiempo, la Revolución no podía justificarse a sí misma porque apenas si tenía ideas. No quedaban, pues, sino la autofagia o la invención de un nuevo sistema. Vasconcelos resuelve la cuestión al ofrecer su filosofía de la raza iberoamericana. El lema del positivismo, «Amor, Orden y Progreso», fue sustituido por el orgulloso «Por mi Raza Hablará el Espíritu».
    • Una vez cerrado el período militar de la Revolución, muchos jóvenes intelectuales—que no habían tenido la edad o la posibilidad de participar en la lucha armada—empezaron a colaborar con los gobiernos revolucionarios. El intelectual se convirtió en el consejero, secreto o público, del general analfabeto, del líder campesino o sindical, del caudillo en el poder. La tarea era inmensa y había que improvisarlo todo. Los poetas estudiaron economía, los juristas sociología, los novelistas derecho internacional, pedagogía o agronomía. Con la excepción de los pintores—a los que se protegió de la mejor manera posible: entregándoles los muros públicos—el resto de la «inteligencia» fue utilizada para fines concretos e inmediatos; proyectos de leyes, planes de gobierno, misiones confidenciales, tareas educativas, fundación de escuelas y bancos de refacción agraria, etc. La diplomacia, el comercio exterior, la administración pública abrieron sus puertas a una «inteligencia» que venía de la clase media. Pronto surgió un grupo numeroso de técnicos y expertos, gracias a las nuevas escuelas profesionales y a los viajes de estudio al extranjero. Su participación en la gestión gubernamental ha hecho posible la continuidad de la obra iniciada por los primeros revolucionarios. Ellos han defendido, en multitud de ocasiones, la herencia revolucionaria. Pero nada más difícil que su situación. Preocupados por no ceder sus posiciones—desde las materiales hasta las ideológicas—han hecho del compromiso un arte y una forma de vida. Su obra ha sido, en muchos aspectos, admirable; al mismo tiempo, han perdido independencia y su crítica resulta diluida, a fuerza de prudencia o de maquiavelismo. La «inteligencia» mexicana, en su conjunto, no ha podido o no ha sabido utilizar las armas propias del intelectual: la crítica, el examen, el juicio.
    • mexico es un país que se ha hecho a sí mismo y que, por lo tanto, carece de pasado. Mejor dicho, México se ha hecho contra su pasado, contra dos localismos, dos inercias y dos casticismos: el indio y el español.
    • Pero nuestra historia no es sino un fragmento de la Historia universal. Quiero decir: siempre, excepto en el momento de la Revolución, hemos vivido nuestra historia como un episodio de la del mundo entero. Nuestras ideas, asimismo, nunca han sido nuestras del todo, sino herencia o conquista de las engendradas por Europa. Una filosofía de la historia de México no sería, pues, sino una reflexión sobre las actitudes que hemos asumido frente a los temas que nos ha propuesto la Historia universal: contrarreforma, racionalismo, positivismo, socialismo. En suma, la meditación histórica nos llevaría a responder esta pregunta: ¿cómo han vivido los mexicanos las ideas universales?
    • La Revolución mexicana ha muerto sin resolver nuestras contradicciones. Después de la segunda Guerra Mundial, nos damos cuenta que esa creación de nosotros mismos que la realidad nos exige no es diversa a la que una realidad semejante reclama a los otros. Vivimos, como el resto del planeta, una coyuntura decisiva y mortal, huérfanos de pasado y con un futuro por inventar. La historia universal es ya tarea común. Y nuestro laberinto, el de todos los hombres.
    • las diferencias entre un obrero y su patrón fueron menos grandes que las existentes entre ese mismo obrero y un paria hindú o un peón boliviano. Por la otra, la expansión imperialista unificó al planeta: captó todas las riquezas, aun las más escondidas, y las arrojó al torrente de la circulación mundial, convertidas en mercancías; universalizó el trabajo humano (la tarea de un pizcador de algodón la continúa, a miles de kilómetros, un obrero textil) realizando por primera vez, efectivamente y no como postulado moral, la unidad de la condición humana; destruyó las culturas y civilizaciones extrañas e hizo girar a todos los pueblos alrededor de dos o tres astros, fuentes del poder político, económico y espiritual. Al mismo tiempo, los pueblos así anexados participaron sólo de una manera pasiva en el proceso: en lo económico eran meros productores de materias primas y de mano de obra barata; en lo político, eran colonias y semicolonias; en lo espiritual, sociedades bárbaras o pintorescas. Para los pueblos de la periferia, el «progreso» significaba, y significa, no sólo gozar de ciertos bienes materiales sino, sobre todo, acceder a la «normalidad» historica: ser, al fin, «entes de razón». Tal es el trasfondo de la Revolución mexicana y, en general, de las revoluciones del siglo XX.

    Mexico vs EEUU

    • El revolucionario es siempre radical: no busca corregir abusos sino los usos. Críticas de americanos son de carácter reformista: dejan intacta la estructura social/cultural y buscan perfeccionar procedimientos. Buscan realizar sus ideales, no cambiarlos ∴ confían en su supervivencia.
    • "Recordé entonces aquella distinción que hacía Ortega y Gasset entre los usos y los abusos, para definir lo que llamaba «espíritu revolucionario». El revolucionario es siempre radical, quiero decir, no anhela corregir los abusos, sino los usos mismos. Casi todas las críticas que escuché en labios de norteamericanos eran de carácter reformista: dejaban intacta la estructura social o cultural y sólo tendían a limitar o a perfeccionar éstos o aquellos procedimientos. Me pareció entonces—y me sigue pareciendo todavía—que los Estados Unidos son una sociedad que quiere realizar sus ideales, que no desea cambiarlos por otros y que, por más amenazador que le parezca el futuro, tiene confianza en su supervivencia."
    • Nos emborrachamos para confesarnos, ellos para olvidarse. Son optimistas, nosotros nihilistas. Buscan comprender, nosotros contemplar. Son activos; nosotros quietistas: disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos. Creen en la higiene, en la salud, en el trabajo, en la felicidad, pero tal vez no conocen la verdadera alegría, que es una embriaguez y un torbellino.
    • Para el mexicano, vida y muerte se confunde. Para los americanos, su vitalidad es una sonrisa petrificada: niegan la vejez y la muerte, pero inmovilizan la vida.
    • Ellos son crédulos, nosotros creyentes; aman los cuentos de hadas y las historias policíacas, nosotros los mitos y las leyendas. Los mexicanos mienten por fantasía, por desesperación o para superar su vida sórdida; ellos no mienten, pero sustituyen la verdad verdadera, que es siempre desagradable, por una verdad social. Nos emborrachamos para confesarnos; ellos para olvidarse. Son optimistas; nosotros nihilistas—sólo que nuestro nihilismo no es intelectual, sino una reacción instintiva: por lo tanto es irrefutable—. Los mexicanos son desconfiados; ellos abiertos. Nosotros somos tristes y sarcásticos; ellos alegres y humorísticos. Los norteamericanos quieren comprender; nosotros contemplar. Son activos; nosotros quietistas: disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos. Creen en la higiene, en la salud, en el trabajo, en la felicidad, pero tal vez no conocen la verdadera alegría, que es una embriaguez y un torbellino. En el alarido de la noche de fiesta nuestra voz estalla en luces y vida y muerte se confunden; su vitalidad se petrifica en una sonrisa: niega la vejez y la muerte, pero inmoviliza la vida.

    el mexicano y la muerte

    • También para el mexicano moderno la muerte carece de significación. Ha dejado de ser tránsito, acceso a otra vida más vida que la nuestra. Pero la intrascendencia de la muerte no nos lleva a eliminarla de nuestra vida diaria. Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es la palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente.
    • La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida. El mexicano no solamente postula la intrascendencia del morir, sino la del vivir. Nuestras canciones, refranes, fiestas y reflexiones populares manifiestan de una manera inequívoca que la muerte no nos asusta porque «la vida nos ha curado de espantos». Morir es natural y hasta deseable; cuanto más pronto, mejor Nuestra indiferencia ante la muerte es la otra cara de nuestra indiferencia ante la vida. Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena, carece de valor. Y es natural que así ocurra: vida y muerte son inseparables y cada vez que la primera pierde significación, la segunda se vuelve intrascendente. La muerte mexicana es el espejo de la vida de los mexicanos. Ante ambas el mexicano se cierra, las ignora.
    • ¿Morir será volver allá, a la vida de antes de la vida? ¿Será vivir de nuevo esa vida prenatal en que reposo y movimiento, día y noche, tiempo y eternidad, dejan de oponerse? ¿Morir será dejar de ser y, definitivamente, estar? ¿Quizá la muerte sea la vida verdadera? ¿Quizá nacer sea morir y morir, nacer? Nada sabemos.

    El hombre moderno tiene la pretensión de pensar despierto. Pero este despierto pensamiento nos ha llevado por los corredores de una sinuosa pesadilla, en donde los espejos de la razón multiplican las cámaras de tortura. Al salir, acaso, descubriremos que habíamos soñado con los ojos abiertos y que los sueños de la razón son atroces. Quizá, entonces, empezaremos a soñar otra vez con los ojos cerrados.

    laberinto de la soledad

    • Se corre el riesgo de no comprender el sentido que tenían esos signos y profecías para los indios si se olvida su concepción cíclica del tiempo. Según ocurre con muchos otros pueblos y civilizaciones, para los aztecas el tiempo no era una medida abstracta y vacía de contenido, sino algo concreto, una fuerza, sustancia o fluido que se gasta y consume. De ahí la necesidad de los ritos y sacrificios destinados a revigorizar el año o el siglo. Pero el tiempo—o más exactamente: los tiempos—además de constituir algo vivo que nace, crece, decae, renace, eran una sucesión que regresa. Un tiempo se acaba; otro vuelve. La llegada de los españoles fue interpretada por Moctezuma—al menos al principio—no tanto como un peligro «exterior» sino como el acabamiento interno de una era cósmica y el principio de otra. Los dioses se van porque su tiempo se ha acabado; pero regresa otro tiempo y con él otros dioses, otra era.
    • El hombre, desprendido de esa eternidad en la que todos los tiempos son uno, ha caído en el tiempo cronométrico y se ha convertido en prisionero del reloj, del calendario y de la sucesión. Pues apenas el tiempo se divide en ayer, hoy y mañana, en horas, minutos y segundos, el hombre cesa de ser uno con el tiempo, cesa de coincidir con el fluir de la realidad. Cuando digo «en este instante», ya pasó el instante. La medición espacial del tiempo separa al hombre de la realidad, que es un continuo presente, y hace fantasmas a todas las presencias en que la realidad se manifiesta, como enseña Bergson.
    • Sin duda la concepción del tiempo como presente fijo y actualidad pura, es más antigua que la del tiempo cronométrico, que no es una aprehensión inmediata del fluir de la realidad, sino una racionalización del transcurrir.
    • Gracias a la participación, ese tiempo mítico, original, padre de todos los tiempos que enmascaran a la realidad, coincide con nuestro tiempo interior, subjetivo. El hombre, prisionero de la sucesión, rompe su invisible cárcel de tiempo y accede al tiempo vivo: la subjetividad se identifica al fin con el tiempo exterior, porque éste ha dejado de ser medición espacial y se ha convertido en manantial, en presente puro, que se recrea sin cesar. Por obra del Mito y de la Fiesta—secular o religiosa—el hombre rompe su soledad y vuelve a ser uno con la creación. Y así, el Mito—disfrazado, oculto, escondido—reaparece en casi todos los actos de nuestra vida e interviene decisivamente en nuestra Historia: nos abre las puertas de la comunión.
  • el llano en llamas

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    Juan Rulfo, 1953
    Sep 15, 2020 → Jun 24, 2021 (↻)

    • No llueve. Ahora si se mira el cielo se ve a la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras azules de los cerros. Y a la gota caída por equivocación se la come la tierra y la desaparece en su sed.
    • Muy abajo el río corre mullendo sus aguas entre sabinos florecidos; meciendo su espesa corriente en silencio. Camina y da vueltas sobre sí mismo. Va y viene como una serpentina enroscada sobre la tierra verde.
    • Natalia parecía estar endurecida y traer el corazón apretado para no sentirlo bullir dentro de ella. Pero de sus ojos no salió ninguna lágrima.
    • Corrimos los que pudimos. En el Camino de Dios se quedó el Chihuila, atejonado detrás de un madroño, con la cobija envuelta en el pescuezo como si se estuviera defendiendo del frío. Se nos quedó mirando cuando nos íbamos cada quien por su lado para repartirnos la muerte. Y él parecía estar riéndose de nosotros, con sus dientes pelones, colorados de sangre.
    • Días buenos, días malos, se ajustaron cinco años.
    • Desde entonces lo supo. Comenzó a sentir esa comezón en el estómago, que le llegaba de pronto siempre que veía de cerca la muerte y que le sacaba el ansia por los ojos, y que le hinchaba la boca con aquellos buches de agua agria que tenía que tragarse sin querer. Y esa cosa que le hacía los pies pesados mientras su cabeza se le ablandaba y el corazón le pegaba con todas sus fuerzas en las costillas. No, no podía acostumbrarse a la idea de que lo mataran.
    • Abrió los ojos. Vió estrellas transparentes en un cielo claro, por encima de las ramas oscuras.
    • Allí estaba la luna. Enfrente de ellos. Una luna grande y colorada que les llenaba de luz los ojos y que estiraba y oscurecía más su sombra sobre la tierra.
    • De los ranchos bajaba la gente a los pueblos; la gente de los pueblos se iba a las ciudades. En las ciudades la gente se perdía; se disolvía entre la gente.
    • En cambio el padre iba para abajo con el paso del tiempo. Y ustedes y yo y todos sabemos que el tiempo es más pesado que la más pesada carga que puede soportar el hombre.
    • Habló de Juárez que nosotros teníamos levantado en la plaza y hasta entonces supimos que era la estatua de Juárez, pues nunca nadie nos había podido decir quién era el individuo que estaba encaramado en el monumento aquel. Siempre creíamos que podía ser Hidalgo o Morelos o Venustiano Carranza, porque en cada aniversario de cualquiera de ellos, allí les hacíamos su función. Hasta que el catrincito aquel nos vino a decir que se trataba de don Benito Juárez. ¡Y las cosas que dijo! ¿No es verdad, Melitón? Tú que tienes tan buena memoria te has de acordar bien de lo que recitó aquel fulano.
    • Ora me estoy acordando que sí fue por el veintiuno de septiembre el borlote: porque mi mujer tuvo ese día a nuestro hijo Merencio.
    • Siendo que los de por ese rumbo crecen a lo ancho y son bajitos; hasta se dice que es allí donde se originan los chaparros; y chaparra es allí la gente y hasta su condición. Ojalá que ninguno de los presentes se ofenda por si es de allá, pero yo me sostengo en mi juicio.
    • Pero todos se apaciguaron cuando el gobernador habló de nuevo. «"Tuxcacuenses, vuelvo a insistir: Me duele vuestra desgracia, pues a pesar de lo que decía Bernal, el gran Bernal Díaz del Castillo: 'Los hombres que murieron habían sido contratados para la muerte', yo, en los considerandos de mi concepto ontológico y humano, digo: ¡Me duele!, con el dolor que produce ver derruido el árbol en su primera inflorescencia. Os ayudaremos con nuestro poder. Las fuerzas vivas del Estado desde su faldisterio claman por socorrer a los damnificados de esta hecatombe nunca predecida ni deseada. Mi regencia no terminará sin haberos cumplido. Por otra parte, no creo que la voluntad de Dios haya sido la de causaros detrimento, la de desaposentaros..."» Y allí terminó. Lo que dijo después no me lo aprendí porque la bulla que se soltó en las mesas de atrás creció y se volvió rete difícil conseguir lo que él siguió diciendo.
    • "¡Exacto, señor gobernador! Usted lo ha dicho." Y luego otro de más acá que dijo: "¡Callen a ese borracho!"

    el llano en llamas

    • En cambio el padre iba para abajo con el paso del tiempo. Y ustedes y yo y todos sabemos que el tiempo es más pesado que la más pesada carga que puede soportar el hombre.
  • recuerdos del porvenir

    recuerdos-porvenir

    Elena Garro, 1963
    Sep 15, 2020 → Nov 16, 2020

    sobre el tiempo

    • Estoy y estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.
    • ¿De dónde llegan las fechas y a dónde van? Viajan un año entero y con la precisión de una saeta se clavan en el día señalado, nos muestran un pasado, presente en el espacio, nos deslumbran y se apagan. Se levantan puntuales de un tiempo invisible y en un instante recuperamos el fragmento de un gesto, la torre de una ciudad olvidada, las frases de los héroes disecadas en los libros o el asombro de la mañana del bautizo cuando nos dieron nombre.
    • Basta decir la magia de una cifra para entrar en un espacio inmediato que habíamos olvidado.
    • «Algún día recordaremos, recordaremos», se decía con la seguridad de que el origen de la fiesta, como todos los gestos del hombre, existía intacto en el tiempo y que bastaba un esfuerzo, un querer ver, para leer en el tiempo la historia del tiempo.
    • Los días se convierten en el mismo día, los actos en el mismo acto y las personas en un solo personaje inútil. El mundo pierde su variedad, la luz se aniquila y los mil agros quedan abolidos. La inercia de esos días repetidos me guardaba quieto, contemplando la fuga inútil de mis horas y esperando el milagro que se obstinaba en no producirse. El porvenir era la repetición del pasado. Inmóvil, me dejaba devorar por la sed que roía mis esquinas.
    • Buscaron algo impreciso, algo a lo que no lograban darle forma y que necesitaban para cruzar los innumerables días que se extendían ante ellos como un enorme paisaje de periódicos viejos, en cuyas hojas se mezclan con grosería los crímenes, las bodas, los anuncios, todo revuelto, sin relieve, como hechos vaciados de sentido, fuera del tiempo, sin memoria.

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    • Los pistoleros eran la nueva clase surgida del matrimonio de la Revolución traidora con el porfirismo. (mexico)
    • Abacuc era un antiguo zapatista. Cuando Venustiano Carranza asesinó a Zapata, Abacuc guardó silencio, dejó las armas y se dedicó al pequeño comercio. Viajaba de pueblo en pueblo, montado en una mula, vendía baratijas y se negaba a hablar del gobierno carrancista. Enigmático, vio como después Obregón asesinó a Carranza y tomó el poder para más tarde pasárselo a Calles. (mexico)
    • Y aunque también celebramos el primer siglo de la Independencia de mexico, mis fuegos de artificio y mis trajes de gala se hundieron en el polvo levantado por las carretelas desbordantes de embajadores extranjeros, las cabalgatas brillantes y los cohetes de Pekín que incendiaron la capital.

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    • Y afuera de los muros que guardaban al mundo que vivía adentro de Julia, estaba ella.
    • Nunca tomaba parte en la plática; sentada con recato, oía caer palabras y las aguantaba estoicamente como quien aguanta un aguacero.
    • El criado se hundió en una tristeza polvorienta que lo dejó solo en la habitación llena de voces y de humo. Era menos que un extraño, no existía, no era nadie, y en su calidad de nadie se miraba los pies dentro de sus huaraches usados con la única esperanza de desaparecer.
    • "—repitió Conchita marcando las silabas."
    • El general la contempló largo rato. Las primeras sombras naranjas de la noche entraron a través de las persianas. Los pies de Julia con los últimos reflejos del sol cobraron una vida efímera y translucida, ajenos al cuerpo envuelto en la bata rosa. El calor de la tarde acumulado en los rincones se reflejó en el espejo de la cómoda. En un vaso los jacintos se ahogaban en su perfume, del jardín llegaban aromas pesados y de la calle un polvillo seco. Francisco Rosas salió de puntillas. Se sentía vencido ante el silencio.
    • «Soy Isabel Moncada, nacida de Martín Moncada y de Ana Cuétara de Moncada, en el pueblo de Ixtepec el primero de diciembre de 1907. En piedra me convertí el cinco de octubre de 1927 delante de los ojos espantados de Gregoria Juárez. Causé la desdicha de mis padres y la muerte de mis hermanos Juan y Nicolás. Cuando venía a pedirle a la Virgen que me curara del amor que tengo por el general Francisco Rosas que mato a mis hermanos, me arrepentí y preferí el amor del hombre que me perdió y perdió a mi familia. Aquí estaré con mi amor a solas como recuerdo del porvenir por los siglos de los siglos».

    recuerdos del porvenir

    • «Algún día recordaremos, recordaremos», se decía con la seguridad de que el origen de la fiesta, como todos los gestos del hombre, existía intacto en el tiempo y que bastaba un esfuerzo, un querer ver, para leer en el tiempo la historia del tiempo.